miércoles, 25 de enero de 2012

Película: ''El Testigo'' (A Tanu)



La película a comentar, de origen húngaro, fue creada a finales de la década de los sesenta, en ella se refleja desde un aspecto sarcástico y burlón los problemas que refleja el bloque comunista durante buena parte de lo que conocemos como ''Guerra Fría''. Esto se refleja desde la perspectiva de un personaje muy peculiar: József Pelikán, que pese a llevar en un principio una vida humilde y sencilla como él mismo pretendía llevar, le ocurren una serie de acontecimientos que provocan un cambio absoluto tanto de vida como de trabajo. Esto es asi puesto que detrás de sus escalas laborales se encontraba la verdadera razón oculta que no se descubrirá hasta que se esté finalizando la película. Dichos sucesos comienzan cuando un amigo del propio Pelikán le hace una visita a su humilde casa en el dique, una vez ahí su amigo que posee un cargo de ministro, acaba empapado en el río y por ello Pelikán lo aloja en su habitación hasta que se recupere. En ese mismo instante irrumpen en la casa dos policías cuyo objetivo era encarcelar a Pelikán por haber matado días antes a un cerdo para poder alimentar a su familia, es relevante destacar que durante el período en el que se encontraba el régimen comunista no se podía llevar a cabo tal acto puesto que los alimentos se debían racionar entre todos y por tanto era el régimen comunista el que tenía el control absoluto de ellos, dichos policías son recriminados por el ministro y amigo de Pelikán que intercedió por éste de manera que el asuntó fue a peor, y pese a ello se encontraron los pedazos de cerdo de modo que Pelikán acabó encarcelado. Una vez en la cárcel se encuentra con un viejo conocido que lleva encerrado mucho tiempo por haber traicionado el régimen y que no iba a ser liberado por ello.
Pese a lo acontecido, Pelikán es liberado para su sorpresa y éste pensando que su salvador había sido su gran amigo el ministro, fue a llevarle un pato a su despacho como agradecimiento. Allí no encontró más que a unas personas que le ofrecieron un trato desdeñoso pero aún así el humilde Pelikán no se dio por aludido y siguió su camino. Una vez fuera Pelikán es abordado por dos hombre que lo llevan a casa de ''el camarada Virag'' un hombre que trabaja para el gobierno y que utiliza al pobre Pelikán como marioneta cambiándole de puesto en puesto de trabajo y todos ellos más importantes que el anterior, esto lo hace con la intención de que cuando llegue el momento, Pelikán le devuelva el favor ''haciendo algo crucial para el comunismo''. Durante estas escenas del film, la película hace una crítica excepcional de la paranoia con la que el bloque comunista vivía durante esas décadas, algo que actualmente resulta ridículo para nuestra sociedad pero que también supo reflejar el cine americano de la misma década con películas excepcionales como:  Topaz de Alfred  Hitchcock.
Una vez pasado todo lo que el pobre Pelikán pudo pasar, finalmente el camarada Virag hace lo que tanto ansiaba, pedirle a  Pelikán que le devuelva el favor, y dicho favor no es otro que acusar a su amigo el ministro de conspiración. Durante estos minutos de la película el espectador toma conciencia de lo que suponía vivir en un régimen como el mencionado, era como volver a una caza de brujas en donde te podían acusar sin pruebas ni motivos de acciones que nunca habías cometido, de tal modo que se podía sentir la presión y el miedo con el que la sociedad húngara vivía, y a ello habría que sumarle el hambre y las penurias adicionales con las que se encontraban en su día a día el ciudadano humilde. Para concluir, y por mucho que lo intentase el pobre Pelikán, su conciencia pudo más que todo lo que le estaba influyendo para cometer tal acto de acusación, por lo que se retractó de lo que había dicho. Puede que en su decisión de retractarse influyera mucho encontrarse con aquel viejo conocido con el que se reencontró en la cárcel y que sabía a la perfección que no podía acusar a su amigo el ministro puesto que el preso si que era un verdadero traidor, de modo que llegó a la conclusión de que los que de verdad estaban llevando actos de traición eran los mismos que pretendían encarcelar a su buen amigo. Esto provocó un gran revuelo, pero finalmente Pelikán pudo volver a  su humilde dique y su amigo el ministro quedó libre de toda sospecha.


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